PERTINENCIA ESPISTEMOLÓGICA DEL PROYECTO |
La educación actual le exige al estudiante nuevos modos de lectura debido a los contenidos y las nuevas interacciones del aprendizaje en ambientes virtuales, por ejemplo le exige al estudiante lectura de microcontenidos, de hipertexto, de metatextos, de subtextos. Además le exige la conexión a otros textos, sin contar la lectura en múltiples formatos como video, texto, audio, imagen; en diferentes leguajes textual, icónico, vínculo e hipervínculo.
Por consiguiente es fundamental para la academia preparar al estudiante no sólo para que lea sino para que analice e interprete, a partir de allí argumente. Este proyecto plantea crear un ambiente virtual de aprendizaje donde el estudiante se confronte con diversas formas de leer, diversos procesos lectores, diferentes tipologías textuales, estructuras de sentido: semántico y semiótico.
Por eso este proyecto innova en las nuevas formas de educación a través de un AVA creando en el estudiante nuevos espacios virtuales, nuevas dinámicas de interacción social; nuevas didácticas de aprendizaje, a partir de la exploración, la experiencia y la lúdica presentes en la postunivesidad (Picitelli, 2012).
Además aporta a la adquisición de las competencias comunicativas a través de la interacción con nuevas herramientas.
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REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA |
La lectura, como todas las habilidades del ser humano, la de leer se logra por medio de la práctica. A medida que nos ejercitamos en ella, mayor es la capacidad y el gusto que nos despierta. Cada tipo de texto nos exige un tipo de lectura diferente. La lectura atenta de un denso texto teórico contrasta con el texto narrativo; la prosa con el verso; el retrato con la caricatura, Detrás de todos ellos alguien busca expresarse y establecer una comunicación con un lector que de esta manera participa como muchísimos otros en diferentes épocas y lugares de un diálogo intemporal. De acuerdo a Irirarte (2010)
Comprender o producir un texto es establecer un proceso de comunicación animado por diferentes motivaciones. Al ser un proceso comunicativo, hablamos de una interacción entre un emisor y un receptor. Los dos comparten un mensaje en una determinada situación. El mensaje depende del código, es decir, del sistema de signos. El signo es el que determina el tipo de texto que leemos o producimos. Así pues, si los signos son el trazo, el color, la iluminación, etc., hablaríamos de un texto pictórico. Si los signos son la iluminación, la fotografía, los planos, el reparto, hablaríamos de un texto fílmico.
Como toda actividad, el lenguaje verbal, como diría Kosic (2002) es un proceso que se realiza mediante una serie de etapas: Motivación, planificación, realización y consecución de una finalidad. La motivación es la intención que origina el acto de comunicación (informar, persuadir, describir explicar, pedir, agradecer, prometer, amenazar, advertir, preguntar, etc.). La planificación la hacemos a partir de interrogantes como ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué?, ¿para qué? etc. La realización es la emisión de la información y la consecución de una finalidad, es el resultado de la actividad lingüística.
Para comprender un texto llevamos a cabo procesos mentales de síntesis y para producir un texto realizamos procesos mentales de análisis. En la lectura de un texto partimos de un nivel comprensivo, luego pasamos por un nivel interpretativo y llegamos a un nivel valorativo.
El nivel comprensivo es la etapa en la que percibimos los símbolos gráficos y tipográficos, las palabras y las relaciones entre ellas con ayuda de los signos auxiliares, (cohesivos y signos de puntuación) y finalmente, la estructura esquemática del texto. Después de percibir la información de superficie del texto, pasamos al nivel interpretativo.
A partir de la interpretación, Johnston (1983) interpretar es entender los diferentes significados del texto y su estructura temática. Un texto tiene un significado literal y puede tener, o no, un significado implícito y complementario. El significado literal es el que se refiere de manera directa al contenido y no genera ambigüedad. El significado implícito es aquel que no está expresado directamente en el texto, sino que debemos deducirlo a partir de claves dadas dentro del mismo y por la capacidad del lector para leer entre líneas por medio de la construcción de relaciones entre los significados.
Finalmente, contamos con el significado complementario que es el significado que construimos a partir de todos los conocimientos previos que poseemos, aunque en algunas oportunidades, no tenemos los conocimientos que una lectura requiere. De esta manera, después de leer el texto, identificamos la información importante y la no relevante. Con esa información importante determinamos los temas y subtemas de cada párrafo o sección y finalmente, representamos esa información con un mapa conceptual que muestre la jerarquía de esos temas y subtemas y las relaciones entre ellos.
Terminamos con el reconocimiento de los puntos de vista o las intencionalidades del autor. En ese momento, como lectores, fijamos una posición ante el texto, ya sea en cuanto a su forma o en cuanto a su contenido.
Desde la idea concreta de los nuevos espacios virtuales que planteaba FelixGuattari en “para una re-fundación de las ciencias sociales. Allí se explica que hay nuevos espacios de interacción social que involucran una nueva “Ecología Social”
Con éste panorama, se hace más que importante investigar concretamente la importancia de la lectura en las nuevas generaciones. La lectura es una actividad que se dinamiza y re-define desde los nuevos ambientes virtuales (Castañeda 1995)
La investigación abarcará los niveles de lectura de Alder y Van –Doren (1990) lectura primera – inspección y analítica, y las confrontaremos con las ideas de las nuevas dinámicas de la elaboración producción y comprensión de paradigma lecto- escritural en este nuevo universo de redes sociales mostrado por Picitelli en “El proyecto Facebook y la post universidad” (2012). Enfrentarnos a ésta nueva realidad sin ambientes virtuales de aprendizaje o al menos sin comprenderlos adecuadamente, es no percibir la profundidad de la transformación de las nuevas dinámicas del Mc Mundo
Un Ava para fortalecer la competencia lectora debe permitir uan motivación en el estudiante, diversos tipos de actividades, y prácticas que lo inciten a la lectura, además debe propender por el análisis de textos complejos desde la simpleza y un modelo instruccional sencillo pero exigente.
Para elaborar un AVA necesitamos ciertos conocimientos previos fundamentales, un diseño educativo y curricular propuesto por Guzmán (2007), una estructura navegacional y funcional; Basadas en las estructuras presentadas en: Orihuela (1999) y Santos.
Los AVA's tiene varias fases para su implementación según Escalera (2002) Planeación, diseño y desarrollo de OVA's o contenidos digitales y multimedia, diseño y desarrollo de entornos. Y por último operación del entorno.
El AVA tiene las siguientes estrategias educativas: Cognitivas, metacognitivas, socio-afectivas, de auto-motivación y de auto-regulación.
Desde la planeación pedagógica un AVA debe tener estrategias pedagógicas: “Una estrategia de aprendizaje (conjunto de pasos o habilidades) que un alumno adquiere y emplea de forma intencional como instrumento flexible para aprender significativamente y solucionar problemas y demandas académicas, según Díaz Barriga (2001). Tales estrategias y la ejecución de las estrategias de aprendizaje van asociadas con varios tipos de procesos cognitivos, según Hernández Rojas (2000): 1. Procesos cognitivos básicos: todas aquellas operaciones y procesos involucrados en el procesamiento de la información. 2. Base de conocimientos: se refiere al bagaje de hechos, conceptos y principios que poseemos, conocido como conocimientos previos del estudiante. Una base de conocimientos rica y diversificada, puede ser tan poderosa como el mejor de los equipamientos de estrategias cognitivas. 3. Conocimiento estratégico: este tipo de conocimiento tiene que ver con las estrategias de aprendizaje. 4. Conocimiento metacognitivo: se refiere al conocimiento que poseemos sobre qué y cómo lo sabemos, así como al conocimiento que tenemos sobre nuestros procesos y operaciones cognitivas cuando aprendernos, recordamos o solucionamos problemas.
Un AVA debe generar un ambiente virtual de aprendizaje tenga un “clima” adecuado para los actores educativos. Por consiguiente según Moreno (1998) un AVA debe considerar: Confianza, Interacción, Accesibilidad y Motivación. López (2002) la define como: el conjunto de entornos de interacción, sincrónica y asincrónica, donde, con base en un programa curricular, se lleva a cabo el proceso enseñanza aprendizaje, a través de un sistema de administración de aprendizaje. Dichos entornos son: Conocimiento, Colaboración, Asesoría, Experimentación, Gestión. Lo que significa que para elaborar un AVA necesitamos ciertos conocimientos previos fundamentales, un diseño educativo y curricular propuesto por Guzmán (2007), una estructura navegacional y funcional; Basadas en las estructuras presentadas en: Orihuela (1999) y Santos.
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