REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA |
Sobre la Responsabilidad Social Empresarial
A pesar de una creciente aceptación, tanto en países desarrollados como en desarrollo, del hecho de que las empresas tienen responsabilidades que van más allá de sus accionistas a un espectro más amplio de grupos de interés; la noción de Responsabilidad Social Empresarial [RSE] sigue siendo un concepto controvertido y polisémico. A lo largo de las últimas décadas, es posible encontrar entre la literatura académica y gerencial múltiples aproximaciones y reinterpretaciones conceptuales (Dahlsrud, 2006; Freeman and Hasnaoui, 2011; Garriga and Melé, 2004; Gond and Moon, 2011; Visser, Matten, Pohl, and Tolhurst, 2010; Vives, 2011).
Sin perjuicio a lo anterior, se percibe un terreno común entre todas las distintas interpretaciones que, en línea con la propuesta de Carroll (1991), entiende las responsabilidades sociales de las empresas como aquellas emanando de cuatro dominios diferentes pero relacionados entre sí, a saber, económico, jurídico, ético y filantrópico (discrecional). Igualmente, se reconoce la existencia de una amplia gama de partes interesadas que pueden influir en o verse influenciadas por el accionar de la empresa.
La Organización Internacional para la Estandarización, en su reciente Guía de Responsabilidad Social (2010), la define como:
"La responsabilidad de una organización por los impactos de sus decisiones y actividades sobre la sociedad y el medio ambiente, a través de un comportamiento transparente y ético que:
• contribuye al desarrollo sostenible, la salud y el bienestar de la sociedad,
• toma en cuenta las expectativas de los grupos de interés,
• cumple con la ley aplicable de conformidad con las normas internacionales de comportamiento, y,
• está integrada en toda la organización y es practicada en sus relaciones ".
En síntesis, como lo exponen acertadamente Gond y Moon, la RSE es de un carácter intrínsecamente “dinámico, superpuesto y contextual†(2011, p. 3); por lo cual es mejor interpetada como un umbrella construct –concepto comprehensivo que da cuenta de un conjunto diverso de fenómenos (ver Hirsh y Levin, 1999)- que abarca una amplia gama de fenómenos en las relaciones empresa-sociedad (2011).
La RSE en Colombia
En Colombia, como es frecuente en otros países en desarrollo, la débil presencia estatal y la falta de garantías sociales han llevado a una mayor participación del sector privado en la solución de problemáticas sociales, anteriormente consideradas como asuntos de pertinencia única para el sector público. Como anota Herrera (2010: 63), en los últimos años la violencia y el conflicto armado en el país, sumado a un debilitamiento del Estado, se han manifestado en situaciones como el desplazamiento forzoso de poblaciones rurales, la cobertura deficiente de servicios públicos, y una defectuosa asistencia social; situaciones que han sido abordadas con mayor eficiencia por acciones filantrópicas del sector privado a través de sus fundaciones.
En este contexto, en el país se observa actualmente una tendencia de las empresas por concentrar sus acciones de inversión social en donaciones, tanto en dinero como en especie, a fundaciones y otras instituciones del tercer sector (ANDI, 2010). Siguiendo el planteamiento de Rodríguez Fernández (2007), el panorama actual colombiano presenta una RSE Convencional, enmarcada en acciones de filantropía y altruismo clásico, que conciben al empresario como “padre†de los grupos menos favorecidos de la sociedad. Por ende, la inversión social llevada a cabo por la mayoría de las empresas colombianas hoy en día, demuestra una preocupación por la sociedad, y en particular por sus miembros más vulnerables, pero aún no les brinda grado alguno de vinculación con las acciones y decisiones corporativas. Situación que, argumentamos, puede ser mejorada por medio de esquemas como los negocios inclusivos.
Ahora bien, la aproximación actual a la RSE Convencional está llevando a muchos de los empresarios, y ciudadanos en general, a concebir las acciones de responsabilidad social de las empresas primordialmente como inversión social de tipo filantrópico. A nivel gerencial, esto implica que los altos directivos interpretan las acciones de RSE básicamente como un flujo de efectivo fuera de la empresa, sin lograr verlas como acciones que pueden –y deben- formar parte de su estrategia organizacional, mejorando su productividad, competitividad y sostenibilidad empresarial.
Sobre los Negocios Inclusivos
De acuerdo con la definición de la Alianza para los Negocios Inclusivos, "un negocio inclusivo es una iniciativa empresarial que busca construir puentes entre las empresas y las poblaciones de bajos ingresos, para beneficio de ambas" (SNV-WBCSD, 2008). En otras palabras, los negocios inclusivos [NI] son modelos de negocio sostenibles dirigidos a los mercados de la base de la pirámide [BdP]. Mediante la incorporación efectiva de las comunidades más pobres dentro de su cadena de valor, el sector privado brinda trabajo y riqueza a las comunidades de bajos ingresos, a la vez que genera rentabilidad para la empresa.
De esta forma, los NI se proyectan como una estrategia empresarial que más allá del simple asistencialismo o filantropía, logran empoderar a la población vulnerable, vinculando las necesidades sociales a la creación de puestos de trabajo y de fuentes estables de ingresos, como un mecanismo más eficaz para reducir la pobreza y fomentar el desarrollo a largo plazo.
CK Prahalad y Stuart Hart son los principales exponentes de los trabajos teóricos sobre la Base de la Pirámide [BdP] (véase, por ejemplo, Hart y Prahalad, 2002; Prahalad 2005, Hart 2010). El concepto nació de la idea de la existencia de un mercado desatendido y muy poco explorado en la base de la pirámide económica. La BdP representa a un grupo poblacional de bajos ingresos, viviendo en situación de pobreza relativa, y sin la posibilidad de suplir algunas o la mayoría de sus necesidades básicas.
La metodología desarrollada conjuntamente por el Banco Mundial, el Banco Inter-Americano de Desarrollo [BID] y el World Resources Institute [WRI] (2007), define la base de la pirámide como aquel segmento demográfico percibiendo ingresos menores a 8 dólares diarios, lo que equivale a USD$3,260 anuales (PPP,2005). Según esta definición, la BdP representa un su conjunto un grupo poblacional compuesto por 4 mil millones de personas; es decir, las dos terceras partes de la humanidad, y con un poder adquisitivo conjunto de USD$5 trillones.
Según caracterizado por Hammond A. et al. (2007), el mercado de la BdP se encuentra mayoritariamente localizado en Asia –incluyendo oriente medio-, tanto en términos de población como en términos de su poder adquisitivo. América Latina, por su parte, corresponde al segundo mercado en términos de ingresos, con una cifra cercana a los 510 mil millones de dólares; y es después de África, el tercero en tamaño con 360 millones de personas. En este sentido, es interesante resaltar el hecho de que Latinoamérica es la región con la mayor brecha población-ingreso, toda vez que aun cuando los 360 millones de personas representan el 70% de su población total, tan sólo perciben el 28% de los ingresos; lo cual corrobora las enormes disparidades en la distribución del ingreso que existen al interior de los países de la región.
Proponiendo una aproximación diferente a la problemática de pobreza de estas sociedades, abordándola desde una nueva perspectiva de mercado, los estudiosos del concepto de BdP han argumentado que tales ambientes caracterizados por sociedades económica y políticamente débiles y con importantes carencias para el desarrollo humano, pueden proporcionar al sector empresarial novedosas oportunidades de mercado con el potencial para, simultáneamente, mejorar estas disfunciones sociales y ser económicamente rentables para la empresa.
Un argumento central es el que los pobres no deben continuar siendo vistos como seres pasivos caracterizados por sus carencias, sino que deben ser entendidos como miembros activos de la sociedad que también son capaces de participar en el ejercicio de su propio proceso de salir de la pobreza.
Evolución conceptual de la Base de la Pirámide
En términos generales, es posible identificar dos etapas principales en la evolución del concepto de BdP:
ï¶ La primera etapa surge de los planteamientos iniciales de los profesores Hart y Prahalad, y concibe la BdP como un concepto unidimensional. Su carácter central demuestra un marcado interés comercial, interpretando a la población de bajos ingresos únicamente en términos de mercado, como un segmento inexplorado que representa una «fortuna» potencial. Por tanto, la BdP es presentada como una nueva oportunidad comercial para el sector privado.
ï¶ La segunda etapa evoluciona a una interpretación del concepto BdP con un carácter multidimensional. De esta forma, se amplía el espectro de análisis, brindando mayores y diversas posibilidades de actuación a la población de bajos ingresos. Así, la BdP pasa de ser entendida únicamente desde el punto de vista de la demanda, incorporando también opciones de oferta que proyectan a la población vulnerable como potenciales empleados, distribuidores, proveedores o incluso socios de la empresa.
Esta comprensión más amplia de la noción de BdP – ya no limitada a una interpretación comercial de los pobres como consumidores latentes – corresponde a los modelos de negocios inclusivos [NI], o lo que Hahn denota como el “Modelo integrador de la BdP†(2009:314). Se amplía el espectro de entendimiento abarcando la participación significativa de los pobres en las iniciativas empresariales a través de su integración efectiva a lo largo de la cadena de valor.
Siguiendo la propuesta de Lariú y Strandberg (2009), es posible identificar tres modalidades de implementación de un NI, según el papel desarrollado por la población de bajos ingresos, a saber:
• 1er modo: vincula el segmento de la base de la pirámide como consumidor.
• 2do modo: vincula el segmento de la base de la pirámide como productores, proveedores o distribuidores.
• 3er modo: vincula el segmento de la base de la pirámide como socio o aliado. “Corresponde a un proceso de co-creación de nuevos negocios con las poblaciones de bajos ingresosâ€.
La literatura en administración sobre las relaciones empresa-sociedad proporciona algunos ejemplos de estudios de caso de empresas actuando en la BdP, en diversos sectores que van desde la agricultura y los bienes de consumo básico, a las telecomunicaciones y la construcción; y con multiplicidad de roles para la población de la BdP (ver por ejemplo, CECODES, 2010; PNUD, 2010; SNV y WBCSD, 2008; Jenkins y Eriko, 2009; Anderson y Billou, 2007).
Referencias
Anderson, J. and Billou, N. (2007). Serving the World’s Poor: Innovation at the Base of the Economic Pyramid. Journal of Business Strategy, 28, 2, 14-21.
ANDI (2010). Resultados Encuesta de Responsabilidad Social 2009-10. Bogotá: Autor.
CECODES (2010). Negocios Inclusivos una Estrategia Empresarial para reducir la Pobreza: avances y lineamientos. Bogotá: Autor. 145 pp.
CECODES-SNV (2008). Los Negocios Inclusivos en Colombia. Bogotá: Autor. 84 pp
Dahlsrud, A. (2006). How corporate social responsibility is defined: An analysis of 37 definitions. Corporate Social Responsibility and Environmental Management, 15, 1–13. doi: 10.1002/csr.132
Freeman, I. and Hasnaoui, A. (2011). The Meaning of Corporate Social Responsibility: The Vision of Four Nations. Journal of Business Ethics. 100,419–443. doi 10.1007/s10551-010-0688-6
Garriga, E. and Melé, D. (2004). Corporate Social Responsibility Theories: Mapping the Territory, Journal of Business Ethics, 53, 51–71.
Gond, J-P. and Moon, J. (2011). Corporate Social Responsibility in Retrospect and Prospect: Exploring the Life-Cycle of an Essentially Contested Concept. ICCSR Research Paper Series, 59, 1-40.
Hahn, R. (2009). The Ethical Rationale of Business for the Poor – Integrating the Concepts Bottom of the Pyramid, Sustainable Development, and Corporate Citizenship. Journal of Business Ethics, 84,313–324. doi 10.1007/s10551-008-9711-6
Hammond A. et al. (2007). The Next 4 Billion: Market Size and Business Strategy at the Base of the Pyramid. Washington, DC: World Resources Institute and International Finance Corporation. 151 pp.
Hart, S. (2010). Capitalism at the Crossroads. Next generation business strategies for a post-crisis world. New Jersey: Wharton School Publishing (3rd edition). 322 pp.
Hart, S. and Prahalad C.K. (2002). The fortune at the bottom of the pyramid. Strategy+Business, 26, 54-67.
Herrera, B (2010). Responsabilidad social empresarial y acceso de las empresas a la economía global. En Responsabilidad Social Empresarial, una reflexión desde la gestión lo social y ambiental. Martinez C. (Ed.). Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. 228 pp.
Hirsch, P. M. and Levin, D. Z. (1999). Umbrella Constructs Versus Validity Police: A Life Cycle Model. Organization Science. 10, 2, 199-212.
Jenkins, B. and Eriko, I. (2009). Business Linkages: Enabling Access to Markets at the Base of the Pyramid. Report of a Roundtable Dialogue March 3-5, 2009, Jaipur, India. Washington, DC: International Finance Corporation, International Business Leaders Forum, and the CSR Initiative at the Harvard Kennedy School.
Lariú A. and Strandberg L., (2009). Negocios Inclusivos: Creando valor para las empresas y para la población de bajos ingresos. Cátedra “la Caixa†de Responsabilidad Social de la Empresa y Gobierno Corporativo.
Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo - PNUD (2010). Crecimiento de Mercados Inclusivos: Estrategias empresariales para la superación de la pobreza y la exclusión en Colombia. Bogotá: Autor. 172 pp.
Prahalad, C.K. (2005). The fortune at the bottom of the pyramid. New Jersey: Wharton School Publishing.
Rodríguez Fernández J.M (2007). Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría. Ekonimiaz No. 65, 2. 12-49.
SNV and World Business Council for Sustainable Development [WBCSD]. (2008). Inclusive Business profitable business for successful development. Quito: Authors.
Visser, W. Matten, D. Pohl, M. and Tolhurst, N. (Eds.) (2010). The A-Z of corporate social responsibility Rev. and updated ed. Wiltshire: John Wiley & Sons. 470pp.
Vives, A. (2011). Mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica. Cumpetere. 244 pp.
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