REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA |
La neurona es la unidad estructural y funcional del sistema nervioso, se encarga de captar y transmitir información a otras células mediante la conducción de impulsos electroquímicos (Kalat, 2004).
Para llevar a cabo la transmisión y el procesamiento de la información, las neuronas establecen comunicaciones entre sí conformando redes neuronales que incrementan la capacidad de procesamiento. Los contactos interneuronales o sinapsis, facilitan la comunicación y modulación del paso de señales de una célula a otra, permitiendo que cada neurona se comporte como una pequeña sumadora biológica de respuestas eléctricas que al generar interconexión con otras se constituye en una unidad de procesamiento de información (Zuluaga, 2001).
La unidad estructural y funcional del sistema nervioso. Se compone de cuatro regiones: el soma (cuerpo de la célula nerviosa) que corresponde al centro metabólico de la célula y contiene el núcleo celular, el pericarión, citoplasma que rodea al núcleo y lugar en el cual también se encuentra la sustancia de Nissl (retículo endoplásmatico grueso) y el aparato de Golgi, los cuales sintetizan proteínas para su uso en toda la neurona, y el axoplasma (citoplasma del axón). Las neuronas se componen de varias dendritas y cada una cuenta con un axón que se origina en una región especializada del cuerpo celular denominada promontorio del axón, cuya función principal es facilitar la propagación del potencial de acción “todo o nada”. Por lo tanto, el axón y la terminal sináptica dependen del cuerpo celular para su funcionamiento y supervivencia normal (Clark, Boutros y Méndez, 2007).
El axón es típicamente más largo que las dendritas, se compone de microtúbulos (cilindros huecos, hechos de una proteína llamada tubulina) y neurofilamentos que proporcionan apoyo estructural a la neurona. El axón permite la transmisión de sustancias producidas en el soma hasta la membrana celular al igual que a la terminal del axón. Por su parte las dendritas son extensiones del cuerpo celular que expanden la superficie receptiva de la célula, se encuentran cubiertas de extensiones citoplásmaticas denominadas espinas dendríticas, las cuales incrementan el área superficial receptiva de las dendritas (Ibídem, 2007). El axón lleva los impulsos hacia otras neuronas, hacia glándulas o músculos, se encuentran cubiertas por un material aislante llamado vaina de mielina con interrupciones conocidas como los nódulos de Ranvier, pequeña sección sin mielina de un axón situado entre dos segmentos con mielina (Ibídem, 2004).
Según Castroviejo, (1996). Es la adaptación funcional del sistema nervioso central (SNC) que permite reducir los efectos de las alteraciones fisiológicas o estructurales. Gran parte de esos procesos lesivos afectan a los tractos corticoespinales y subcorticoespinales, cerebelosos, medulares, visuales y lingüísticos y en ocasiones el efecto de la plasticidad se da de manera espontánea y otras tras tratamientos de rehabilitación adecuada.
Es un proceso mediante el cual se lleva a cabo una remodelación continua de la organización neuronal, la cual se reduce a medida que las células se van especializando. Es una capacidad con la que cuentan los organismos vivos y por ende favorece la adaptación del individuo, disminuyendo las consecuencias negativas de la lesión ocurridas en un sistema bien estructurado como lo es el sistema nervioso (Poch, 2001). La plasticidad cerebral permite la adaptación a circunstancias cambiantes, teniendo encuenta ambientes anormales y daños derivados de agresiones al tejido cerebral. Lo cual es posible gracias a la capacidad de transformación con la que cuenta el Sistema nervioso influenciado por factores endógenos y exógenos (Muñoz et al., 2009).
Los fenómenos que se llevan a cabo y permiten demostrar dicha neuroplasticidad son la sustitución de las sinapsis que se han afectado de manera natural, la aparición y desaparición de interacciones sinápticas, el incremento o reducción de la eficacia de las sinapsis, el aumento o decremento de dendritas, la reactividad de los astrocitos y la glía, la restauración constante de pequeñas lesiones mediante sinaptogénesis reactiva, etc. Todos ellos procesos que contribuyen enormemente en la recuperación de las funciones que se han visto afectadas por la lesión. Dicha recuperación se inicia días después de la lesión cerebral (Ibídem, 2009).
La capacidad del cerebro de acomodarse a la nueva lesión para compensar los efectos se lleva a cabo de manera parcial mediante mecanismos histológicos, bioquímicos y fisiológicos, gracias a los cuales el individuo va experimentando una mejoría funcional clínica que se refleja en la recuperación gradual de las funciones perdidas, teniendo encuenta que la plasticidad neuronal se manifiesta en su mayoría cuando las lesiones cerebrales han tenido lugar en la época prenatal, neonatal o en la niñez, aunque se pueden presentar a cualquier edad, de esta manera la recuperación va a depender de factores intrínsecos como lo es el caso de la edad, área del cerebro afectada, dominancia cerebral, la extensión de la lesión, el nivel intelectual premórbido, al igual que los mecanismos de reorganización cerebral y factores externos como los factores ambientales, psicosociales y la orientación rehabilitadora (Ibídem, 1996).
El concepto de estimulación cognitiva abarca a todas aquellas actividades enfocadas en el mejoramiento cognitivo general o en alguno de los procesos y componentes (memoria, atención, funciones ejecutivas, calculo etc.), tanto en sujetos sanos como en pacientes con alguna lesión en el sistema nervioso central (Muñoz et al., 2009).
De los procesos cognitivos que lleva a cabo el cerebro humano, la atención es la que ocupa el lugar central, debido a que si los mecanismos atencionales se ven afectados como consecuencia de lesiones estructurales del sistema nervioso o como resultado de alteraciones funcionales ligadas a patologías psiquiátricas, los otros procesos cognitivos como la percepción, el lenguaje o la memoria se verán comprometidos (Ibídem, 2002).
El campo de la rehabilitación cognitiva es relativamente nuevo. Según Arias, (2002). Es un proceso que le permite a la persona con lesión cerebral trabajar en conjunto con profesionales de la salud con el objetivo de remediar los déficit cognitivos producto de una afectación neurológica.
Para Sohlber y Mateer, en Muñoz et al, (2009). La estimulación cognitiva es básicamente un proceso terapéutico encaminado al mejoramiento de la capacidad del individuo para procesar y hacer uso de la información que recibe al igual que permitir un adecuado funcionamiento en la vida cotidiana.
La rehabilitación cognitiva se puede llevar a cabo mediante el uso de diversas modalidades, de las cuales es pertinente mencionar: La estimulación no dirigida o práctica (entrenamiento inespecífico). El entrenamiento de procesos específicos o estimulación dirigida. El entrenamiento en estrategias de ayuda interna o externas, la mejora de la salud y emociones al igual que el funcionamiento social (Arias, 2002).
Frente a este panorama en los últimos años, se ha empezado hacer uso del computador para contribuir en la rehabilitación y de cierta manera trae consigo ventajas que no se reflejan en el trabajo tradicional con lápiz y papel. Algunas de esas ventajas son: Generar un proceso de aprendizaje más dinámico, permite el control preciso de ciertas variables (tiempo de exposición al estímulo y tiempo de reacción), los datos se recogen de manera fiable facilitando el análisis, también incrementa los niveles de motivación del sujeto, motivo por el cual se facilita el trabajo con niños mediante el uso de formatos de juego y finalmente genera un feedback rápido, debido a que favorece el trabajo individual desde el propio hogar en función de las respuestas y su corrección, controlando de esta forma la evolución en el rendimiento (Ibídem, 2002).
Según Muñoz et al., (2009). Las habilidades cognitivas que le permiten al individuo modular las operaciones de diversos subprocesos cognitivos, al igual que la dinámica de los aspectos complejos de la cognición, reciben el nombre de funciones ejecutivas.
De esta manera, las funciones ejecutivas hacen referencia a las capacidades para transformar los pensamientos en acciones, es así como se manifiestan en la habilidad para iniciar, modular o inhibir la atención y la actividad mental, en la habilidad para interactuar productivamente con otros en discusiones y conversaciones, en la planeación y control de la conducta dirigida a un objetivo. Las funciones ejecutivas giran entorno a una variedad de procesos cognitivos como la iniciación, la secuenciación, organización, categorización, planificación, abstracción, fluidez verbal y autorregulación del comportamiento (Arango y Parra, 2008).
En relación a la rehabilitación de las funciones ejecutivas, Barrera y Calderón, (2008). Señalan que las personas que presentan deterioro en el funcionamiento ejecutivo evidencian graves dificultades al momento de organizar y emplear eficientemente las capacidades conservadas y muestran además un comportamiento inconsistente. Por esta razón en la rehabilitación de las funciones ejecutivas debe primar el tratamiento de las otras áreas que se encuentran afectadas e influyen directamente en las relaciones interpersonales, laborales, familiares, emocionales y académicas, de igual manera es importante que la rehabilitación no se limite exclusivamente a recuperar la función perdida, sino se debe estimular las otras funciones relacionadas directamente o indirectamente con el área afectada (Habilidades visoespacioales, capacidad para verificar errores y el esquema corporal), ya que es la estimulación de las distintas áreas cerebrales la que a la larga genera nuevas conexiones neuronales.
La rehabilitación de las funciones ejecutivas se sustenta en los principios que emergen de las hipótesis relacionadas con el funcionamiento de los lóbulos frontales: 1) Puesta en práctica de una estrategia ideal (I: identificar, D: definir, E: elegir, A: aplicar y L: ver el logro), 2) Intervenir en las variables cognitivas relacionadas con el funcionamiento ejecutivo correcto (atención, memoria de trabajo, motivación y habilidades pragmáticas), 3) Uso de técnicas de modificación de la conducta para intervenir comportamientos relacionados con el síndrome (distracción, impulsividad, perseveración y desinhibición, 4) emplear técnicas de refuerzo diferencial (debe primar el costo de la respuesta), 5) tener encuenta variables de situación, es decir, las internas de la actividad, la velocidad de presentación de los estímulos y la presentación de distractores externos, 6) Elección de programas de rehabilitación que empleen estrategias específicas de generalización (Muñoz et al., 2009).
En este orden de ideas el síndrome disejecutivo debe ser entendido como un conjunto de síntomas definidos en términos de funciones ejecutivas (déficit en estas funciones) al igual que desde el síndrome disejecutivo (aparición de las alteraciones), es decir que cada sujeto debe ser entendido como un caso único donde se trabaje sobre el síntoma (Ibídem, 2009).
Programa de entrenamiento cognitivo para el empleo con apoyo (Thinking Skills for Work Program): Es un programa integrado por 4 componentes: 1) Evaluación cognitiva y análisis de la pérdida del trabajo tomando como punto de partida la manera cómo han intervenido los problemas cognitivos en el rendimiento previo del paciente, 2) Sesiones de entrenamiento cognitivo con ayuda del computador, 3) Revisión y posterior análisis de los beneficios generados del entrenamiento cognitivo y 4) Consulta continua con el especialista en empleo y el paciente con el fin de desarrollar estrategias de compensación que permitan manejar la deficiencia cognitiva que afecta el rendimiento laborar (McGurk et al., 2007).
El uso de este programa se llevo a cabo en un estudio realizado en dos centros sociales de rehabilitación en Brooklyn, Nueva York. Los pacientes llevaron a cabo durante 24 horas aproximadamente ejercicios cognitivos con el ordenador (Cogpack, Version 6.0; Marker Software, Mannheim, Alemania), el cual consiste en un empleo que implica diversas funciones cognitivas que se encuentran afectadas en las personas que padecen una enfermedad mental grave (atención, concentración, memoria, las funciones de ejecución, la velocidad psicomotora y el aprendizaje). Los ejercicios de entrenamiento para las áreas de la actividad cognitiva hacen parte de las seis primeras sesiones de entrenamiento cognitivo, dichas sesiones requieren de 45 a 60 minutos para poder ser completadas, finalizando el paciente recibirá información referente a su precisión y velocidad. La sesiones se realizan 2 o 3 veces por semana durante 12 semanas (Ibídem, 2007).
Bentosela y Mustaca, (2005). Señalan el programa Gradior, el cual se compone de 3 módulos: 1) Un generador de pruebas, el cual crea en función del deterioro cognitivo de cada sujeto, 2) Un gestor clínico o acceso al terapeuta que es usado por el terapeuta para indicar las posibilidades de tratamiento y 3) Un visor de sesiones o acceso al usuario, que hace referencia a las sesiones propiamente dichas, donde el usuario trabaja con el programa cognitivo.
El programa Gradior, se basa en tecnologías Multimedia y constituye un software que permite una interacción directa del usuario con el ordenador, se emplea en la evaluación y rehabilitación del paciente. Es un programa que permite la intervención personalizada facilitando el diseño de sesiones de evaluación y rehabilitación en poblaciones con déficit o deterioro cognitivo (demencias, retraso mental, esquizofrenia y traumas craneoencefálicos), es altamente flexible y permite la adaptación personalizada a los usuarios según el deterioro o discapacidad presente en el usuario (Villameriel et al, s.f).
Gradior maneja una metodología denominada propagación orientada a objetivos, además brinda flexibilidad en el diseño de las intervenciones para cada usuario y facilita el uso de diferentes estímulos y objetos intercambiables que favorecen el mantenimiento del usuario en rehabilitación, de igual manera el terapeuta puede controlar los niveles de dificultad y conocer que estímulos y pruebas de rehabilitación han sido significativas para el sujeto apoyándose en el rendimiento en las pruebas.
Programa de lectoescritura COGNITIVA. PT, permite la estimulación cognitiva y rehabilitación de trastornos específicos de la lectoescritura desde una perspectiva neuropsicológica. Es un programa con requisitos que facilitan la rehabilitación cognitiva: a) Flexibilidad, es decir que se adapta a las necesidades específicas de cada usuario, b) Sencillez, ya que cada usuario lo puede utilizar con facilidad sin la intervención continua del especialista, c) Utilidad puesto que ayuda a conseguir objetivos terapéuticos al contribuir con la mejoría de las diferentes funciones superiores y c) Accesibilidad tanto a nivel económico como en disponibilidad en cualquier entorno (Torres, s.f).
El programa emplea diferentes procesos que intervienen en el aprendizaje de la lectoescritura como lo es el caso de los procesos visuales (input visual), procesos perceptivos audioverbales (input auditivo), ruta fonológica o indirecta, la conciencia fonológica, la ruta léxica o directa, los procesos sintácticos y los procesos semánticos.
Torres, (s.f) señala que el COGNITIVA.PT se desarrolla mediante cuatro fases 1: Fase de estimulación general, donde se busca entrenar intensivamente la atención, discriminación y memoria auditiva, enfocándose en las primeras sesiones en la estimulación, 2) Entrenamiento específico, en el cual se lleva a cabo un trabajo intensivo de la discriminación fonológica y visual, al igual que los procesos relacionados con la escritura silábica y 4) Afianzamiento y automatización, donde se realicen sesiones empleando los fonemas y estructuras silábicas, junto con el vocabulario frecuente e infrecuente.
En la actualidad hay diferentes programas de rehabilitación de las funciones cognitivas a través del computador, como lo es el caso de AIRE y GRADIOR, los cuales constituyen nuevas tecnologías multimedia que contribuyen en la rehabilitación de las diferentes funciones cognitivas (Arias, 2002).
Por su parte el programa de videojuegos ABSE, ha sido diseñado por un grupo de investigadores del centro de Neurociencias de Cuba, de esta manera colabora en la rehabilitación de niños con trastornos de aprendizaje. El programa Teachware: Contiene un modulo de evaluación pre y postintervención, junto con otros seis módulos que ponen en práctica diferentes habilidades (Ibídem, 2002).
REFERENCIAS
Arango, J., Parra, M. (20089. Rehabilitación de las funciones ejecutivas en un caso de patología cerebral. Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias, vol 8, N° 1,159-178. Recuperado el 11 de Agosto de 2010, de URL:
http://neurociencias.udea.edu.co/revista/PDF/REVNEURO_vol8_num1_14.pdf
Arias, Y. (2002). Rehabilitación cognitiva. Aspectos teóricos y metodológicos. Revista de Neurología 34 (9), 870-876.Recuperado el 11 de Agosto de 2010, de URL: http://www.intras.es/documentos/articulorehabilitacion.pdf
Barrera, M., Calderón, L. (2008). Rehabilitación de las funciones ejecutivas. Revista CES Psicología vol1, N° 1,36-49.Recuperado 11 de Agosto de 2010 de la base de datos Dialnet
Bentosela, M & Mustaca, A. (2005). Efectos cognitivos y emocionales del envejecimiento: Aportes de investigaciones básicas para las estrategias de rehabilitación. Interdisciplinaria, 22, 2,211-235. Recuperado el 10 de Agosto de 2010 de la base de datos Scielo
Castroviejo, P. (1996). Plasticidad cerebral. Revista de Neurología 24, (135), 1361- 1366. Recuperado el 12 de Agosto de 2010, de URL: http://www.psicomag.com/biblioteca/1996/Plasticidad%20Cerebral.pdf
Clark, D; Boutros, N & Méndez, M. (2007). Histología. El cerebro y la conducta (pp.23-37). México: Manual moderno
Kalat, J. (2004). Las células del sistema nervioso central. Psicología Biológica (pp.24-32). Madrid, España: Thomson
McGuurk, S., Mueser, K., Feldman, K., Wolfe, R., & Pascaris, A. (2007). Entrenamiento cognitivo para el empleo con apoyo: resultados a los 2-3 años de un ensayo aleatorizado y controlado. American Journal of Psychiatry vol10,340-344.Recuperado el 11 de Agosto de 2010 de la base de datos EBSCOHOST
Muñoz, E., Blázques., J., Galpasoro, N., Gonzáles, M., Sánches, I., Tirapi, J & Cardoso, A. (2009). Estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica. Barcelona: Editorial UOC
Poch, M. (2001). Neurobiología del desarrollo temprano. Contextos educativo, 4, 79-94. Recuperado el 13 de Agosto de 2010 de la base de datos Dialnet
Torres, M. (s.f). Cognitiva. PT. Lectoescritura: Programa en soporte informático multimedia para la intervención en los trastornos específicos de la lectoescritura. Revista electrónica de investigación psicoeducativa y psicopedagógica. N°2 (2), 181-202. Recuperado el 11 de Agosto de 2010, de URL: http://www.investigacion-
psicopedagogica.org/revista/articulos/4/espannol/Art_4_49.pdf
Villameriel, T., Conde, R., Bueno, Y., Huerga, R y Franco, M. (s.f). Programa Gradior: Herramienta de rehabilitación cognitiva en un P. G.S.O. (Programa de garantía social). Fundación INTRAS. Recuperado el 11 de Agosto de 2010, de URL: http://www.tecnoneet.org/docs/2000/II-112000.pdf
Zuluaga, J. (2001). Organización para la percepción y el movimiento. Neurodesarrollo y estimulación (pp. 61- 95). Colombia: Editorial medica panamericana
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